Hoy en día se escucha hablar del cambio climático, el calentamiento global, el cuidado de la fauna y la flora en la sociedad, etc. Pero, ¿Cuánto realmente se conoce y se pone en práctica?. Tengo la impresión de que cuando desde los medios se habla de ecología y conservación del ambiente, muchos sectores de la sociedad lo sienten distante e incluso complejo y molesto. Lo cierto es que cuidar el medio que nos rodea no se trata sólo de reciclar objetos en desuso o descartables, o consumir menos electricidad; también conlleva un cambio de hábito en la vida cotidiana, muchas veces orientada al consumo y descarte permanente, creado casi como una necesidad, en detrimento del uso conciente de los recursos necesarios.
Si bien creo honestamente que el cuidado del mundo no alcanza sólo con el cambio de conciencia de las personas desde sus hogares, también la grandes empresas deben hacer un fuerte aporte en lo referido al cuidado del medioambiente y a un uso medido de los recursos naturales, que al fin de cuentas, termina por afectar a las poblaciones ya sea positiva como negativamente.
En la vida cotidiana, uno puede pensar en la preservación del ambiente como en el cuidado del propio cuerpo o de la propia casa. ¿Acaso mi casa es un juntadero de papeles, o dejo los platos sucios sin lavar después de las comidas?, o si me voy de mi casa, ¿dejo la canilla abierta y que corra el agua para después recibir una cuenta de servicio con un gran cargo?. Puede sonar exagerado, pero podría pensarse en cuantas cosas usamos de más que no se necesitan y por eso las descuidamos. A veces, no consumir permanentemente, es el cuidado justo. Por otra parte, pienso que el consumo medido permite hacer una pausa de reflexión y disfrutar de otras cosas que podríamos aprovechar más y son gratis pero no eternas, como la luz del sol, el aire que corre, el verde de los arboles y cualquier ruido que nos rodea. El silencio también podría ser un recurso apreciado.
Acá un listado de pequeñas acciones que pueden ser útiles al momento de vivir con conciencia ecológica :)
- Apagar las luces y artefactos electrónicos de las habitaciones que no estén en uso.
- Si tengo aire, que sea en 24 grados y con 5 o 10 minutos de encendido antes de dormir, suficiente para refrescar :)
- Al lavarme los dientes, no es necesario dejar correr el agua mientras me cepillo. Usar cuando realmente se necesite.
- Para lavar los platos, puedo usar el agua al enjuagar, o poner los platos a remojo, y no mantenerla abierta siempre.
- Al comprar en el supermercado, puedo llevar las bolsas de tela, que hoy en día aparte de los diseños y resistencia que tienen también evitan el uso de muchas bolsas de polietileno para cargar y que en muchos casos se rompen por el peso. También son muy útiles y prácticos los carritos con ruedas que aguantan el peso y evitan el cargarse con bolsas.
- Cuando se limpia la vereda, se puede usar balde en vez de manguera que pierde el agua potable de manera permanente.
Como estas, hay muchas otras formas sencillas que uno puede aplicar con creatividad. El resultado puede ser vivir menos acelerado, con una mayor conciencia del cuidado de los recursos naturales y con cuentas de servicios más económicas. Por supuesto, el ambiente y las personas, más beneficiados.
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#BuenMiércoles